A veces pasamos mucho tiempo tratando de decidir cuál será nuestra próxima lectura: ¿qué es lo último que ha llegado a la librería? ¿Qué escritores han ganado premios recientemente? Muchas veces dejamos de lado las obras de referencia, las que más han marcado nuestra infancia y las que, pase el tiempo que pase, siempre tendrán algo que aportarnos. En este post quiero centrarme en un género muy especial para mí: los cuentos. Aunque socialmente existe la concepción de que se trata de textos escritos para niños, lo cierto es que no es así. Este tipo de obras se convirtieron en el género predilecto de grandes autores clásicos, ya que, a través de personajes que, a simple vista, pueden parecer inocentes, se transmitían valores o se exponían las grandes lacras de la sociedad. Así que, os dejo conocer los autores y cuentos que marcaron mi infancia.
Los cuentos de los hermanos Grimm
Si seguís mi blog de forma asidua, sabréis que los hermanos Grimm son dos de mis autores favoritos. En este post dedicado a los cuentos no puedo dejar de destacar algunos de mis favoritos, de los que extraje grandes enseñanzas y que aún hoy en día disfruto contándole a mis hijos: Blancanieves, Hansel y Gretel, Rapunzel…
Asimismo, muchos de estos cuentos infantiles son obras llevadas a la gran pantalla. Estoy segura de que conocéis el caso de las películas de Disney, ya que han servido para canalizar y expresar en un formato audiovisual las historias concebidas por estos dos genios de la literatura. Si ya conoces estas versiones, pero no las originales, te animo a que lo hagas, ya que el cine ha dulcificado, en muchas ocasiones, las historias primigenias de los hermanos Grimm.
El principito, de Antoine de Saint-Exupéry
Como ya os conté en mi recopilación de libros que debes leer antes de morir, creo que El Principito es una de esas obras que todo buen lector debería tener en su estantería. Aunque tradicionalmente se ha vendido como un cuento y su formato se corresponde con este género, lo cierto es que su trasfondo es de los que más me han calado en mi faceta literaria.
He de admitir que no fue hasta pasadas varias lecturas y con una edad más avanzada que fui capaz de entender su verdadero significado. Esta es, sin duda, uno de esos cuentos que yo llamaría “poliédricos”: lo leas cuando lo leas, siempre podrás apreciar y disfrutar la historia desde un punto de vista diferente sin perder de vista, como dice este peculiar personaje, lo esencial.
Gloria Fuertes: referente literaria
Aunque nunca os he hablado de ella, he de admitir que Gloria Fuertes es una de las escritoras a las que más admiro. Me parece una mujer adelantada a su tiempo que fue capaz de idear personajes tan célebres como los que aparecen en El colegio del fondo del mar o en Versos fritos.
Estas dos últimas obras pertenecen a su producción de cuentos infantiles en forma de poema. En mi opinión esto añade aún más valor a los textos, ya que consigue acercar la poesía, generalmente para adultos, a los niños. Les incita así a desarrollar su imaginación a la vez que aprenden a leer entre rimas y figuras literarias. Se trata, sin duda, de un recurso muy valioso para el acercamiento a las letras desde una edad muy temprana.
No cabe duda de que todas estas obras, además de canónicas, son también grandes fuentes de aprendizaje. Siempre conviene volver a leerlas, pues dependiendo de la etapa de la vida, extraeremos unas enseñanzas u otras. Mi objetivo es que Keswick y el árbol de la vida o Keswick y el destino de la espada se conviertan en las obras a las que volver en un futuro. Y tú, ¿cuáles has leído? Recuerda que siempre estoy deseosa de leeros a través de mi Instagram y de mi Facebook.