La temática de una obra puede determinar que sea un éxito de ventas o un fracaso absoluto. Al fin y al cabo, muchos lectores escogen qué leer según este criterio. Por eso, es esencial saber cómo elegir el tema de un libro cuando estamos escribiendo o cuando tratamos de reunir ideas para una nueva obra. En el post de hoy, quiero hablaros de cómo elegir el tema de un libro para redactar un producto cultural de calidad.
1. Selección del argumento
Uno de los primeros pasos para saber cómo elegir el tema de un libro es seleccionar un argumento suficiente y consistente. Con ello hacemos referencia a la necesidad de escoger un asunto que fluya de forma natural, sin que suene forzado. Por ejemplo, si queremos escribir una historia de amor, pero la trama principal no es suficiente, creíble o sustancial, corremos el riesgo de que nuestros futuros lectores pierdan interés en el volumen.
Muchos escritores y escritoras piensan que el tema de una novela no puede elegirse, sino que es la propia trama de la historia la que va determinándolo. Sea como sea, hay que garantizar que podremos escribir lo suficiente a partir de una idea inicial como para crear una trama interesante.
2. Conocimiento del género
Otro de los parámetros para saber cómo elegir el tema de un libro es investigar para conocer el género en el que se enmarca. La labor de documentación es esencial para cualquier escritor y nunca debemos pasarla por alto. En caso de que queramos, por ejemplo, escribir una novela negra, tendremos que conocer cuáles son las características más básicas para que el lector pueda identificar el tema: misterio, asesinatos, suspense… Todos estos elementos pertenecen al imaginario colectivo y ayudan a clasificar una obra.
Sin embargo, identificar estos elementos para reflejarlos en nuestro escrito o hacer que el resto los perciba no es un hecho limitante. Esto significa que siempre hay lugar para la innovación. La literatura, como el resto de las artes, evoluciona. ¡Nunca sabes si en un futuro se te reconocerá como impulsor de un nuevo movimiento literario.
3. Identificación del objetivo
En ocasiones, lo más útil es empezar por el final: ¿para qué escribes? ¿Cuál es tu objetivo? ¿Qué efecto quieres que cause tu obra en el lector? Estas preguntas pueden ayudarte a elegir el tema de un libro. En caso de que tu idea esté encaminada a transmitir ciertos valores a la juventud, por ejemplo, podrás hacer que tus personajes protagonistas se encarguen de ello. A fin de cuentas, eres el único responsable de la historia.
Si tienes una idea final y ciertos esbozos del comienzo o del nudo de tu novela, poco a poco podrás hilarlos para obtener el resultado que deseas. No olvides que la escritura no es un proceso lineal, es decir, no tienes por qué comenzar a escribir tu historia por la introducción y hacia el desenlace.
Ahora ya tienes algunas pautas que te ayudarán a determinar cómo elegir el título de un libro. No olvides ponerlas en práctica si estás empezando en el mundo de la literatura o si planeas hacerlo pronto. Eso sí: recuerda que en esta profesión no hay ninguna fórmula mágica y que todo vale.