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Aunque un siglo pueda parecer mucho tiempo, lo cierto es que en la historia de la humanidad es solo un capítulo. En 1910 se permitió la matriculación de las mujeres en la universidad en nuestro país, ya que, aunque parezca irreal, aún hay muchos lugares del mundo donde esta realidad es impensable. En la actualidad, más de la mitad de los estudiantes universitarios son mujeres, una posibilidad que se les abrió gracias al trabajo incansable y a la insistencia de muchas chicas a comienzos del s. XX. En el post de hoy, me gustaría hablaros de todas ellas para rendirles un pequeño homenaje.

María Elena Maseras Ribera, alumna de Medicina

Aunque, como bien hemos dicho, la presencia de las mujeres en la universidad no estuvo permitida de manera generalizada hasta 1910, con anterioridad a esta fecha algunas de ellas pudieron asistir gracias a la obtención de un permiso especial del Consejo de Ministros de la época. Por esta vía, María Elena Maseras Ribera consiguió empezar sus estudios en Medicina en 1872. Con posterioridad, estudió Magisterio.

De su trayectoria es esencial destacar que fue una de las primeras mujeres en la universidad en acceder a la institución vestidas como tal. Esto quiere decir que antes otras muchas consiguieron estar en las aulas, aunque debían vestirse de hombres para poder pasar desapercibidas y aprender en igualdad de condiciones.

Dolors Aleu i Riera, primera mujer licenciada

Si hablamos de mujeres en la universidad, el nombre de Dolors Aleu i Riera no puede faltar. Accedió a la facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona dos años más tarde que María Elena Maseras Ribera, aunque, a diferencia de esta, Dolors consiguió doctorarse. Además, su tesis doctoral sentaría las bases de los estudios femeninos en esta disciplina, pues se centró en la educación higiénico-moral de la mujer en aquella época. Posteriormente, se dedicó a la ginecología y a la pediatría. Dolors ejerció durante veinticinco años en su propia clínica de Barcelona y publicó diversos textos divulgativos que buscaban mejorar la calidad de vida de las mujeres de su entorno.

La Residencia de Señoritas

La Residencia de Señoritas fue el primer centro oficial que se creó en España para fomentar la educación universitaria entre las chicas. Su fundación data de 1915 y fue garante de la presencia de las mujeres en la universidad. Aunque la institución tan solo estuvo activa hasta 1939, ya que se disolvió tras el fin de la guerra civil, consiguió grandes logros para las mujeres.

Además, este centro estuvo dirigido desde su creación por María de Maeztu, una de las pedagogas y humanistas españolas más importantes de nuestra historia. Tal como ella afirmó en un artículo publicado con motivo de la creación de la Residencia de Señoritas para luchar por la presencia de las mujeres en la universidad,

Soy feminista; me avergonzaría no serlo, porque creo que toda mujer que piensa debe sentir el deseo de colaborar como persona, en la obra total de la cultura humana.

Revista «La mujer moderna»


¡Y hasta aquí el pequeño repaso histórico de hoy! Espero que estas historias inspiradoras de mujeres en la universidad que lograron cumplir su sueño de enseñar y de educar a otras pueda serviros para valorar también los avances que hemos tenido la suerte de vivir en este y otros aspectos. Desde mi labor como escritora, me encanta crear personajes femeninos fuertes que reflejen los mismos valores que aprendo con historias como las de María Elena, Dolors o María de Maeztu. Si queréis conocerlas, no dudéis en haceros con cualquiera de mis dos novelas juveniles publicadas: Keswick y el árbol de la vida o Keswick y el destino de la espada. ¡Os esperan!