No hay duda de que Salamanca es la ciudad de la cultura por excelencia de nuestro país. Aunque hay otros lugares que también tienen mucha importancia en este mundo, como Madrid y sus círculos de lectura o ciudades de Andalucía que sirvieron de inspiración a poetas como García Lorca, la que es mi ciudad en la actualidad tiene algo especial. Aquí no solo se escribieron diferentes obras, sino que también muchos grandes autores estudiaron en la universidad o se inspiraron en sus paisajes para ambientar sus escritos.
Como intuiréis, hay mucho que decir sobre esta ciudad y su encanto. Sin embargo, hoy me quiero centrar en las tres paradas de la Salamanca literaria que no os podéis perder en vuestra visita. Todas ellas rinden homenaje a una de los autores que tomaron la ciudad de referencia o a las muchas obras escritas y ambientadas en Salamanca.
1. Gonzalo Torrente Ballester, cafetería Novelty
Si has visitado la ciudad en verano, seguro que has sufrido sus altas temperaturas. La mejor solución que encontramos los locales para estas situaciones es tomar un helado en la cafetería Novelty. Tiene una gran importancia en la Salamanca literaria porque está ubicada en plena plaza mayor, un lugar de reunión y vida social. En este establecimiento centenario se colocó, en el año 2000, una estatua en memoria de Gonzalo Torrente Ballester.
Este escritor, aunque nacido en Ferrol (Galicia), pasó gran parte de su vida en Salamanca. Recibió numerosos premios, entre los que destacan el Cervantes, el Príncipe de Asturias de las Letras e incluso el Nacional de Narrativa. Fue profesor en la universidad y, junto a otros grandes literatos de la época, crearon un gran círculo cultural en este local.
2. Casa-museo Unamuno
Miguel de Unamuno es, sin lugar a dudas, una de las personas más influyentes que han pasado por la Salamanca literaria. Natural del País Vasco, fue rector de la Universidad de Salamanca y cultivó diversos géneros literarios, entre los que destacaron la novela y el ensayo. En la actualidad es un museo que alberga diferentes exposiciones.
Debido a este cargo académico, su residencia habitual en la ciudad estaba situada al lado de la famosa fachada de la universidad, en el ala derecha del edificio, y allí fue donde escribió gran parte de sus poemarios y novelas. Lo que más destaca del edificio es la ornamentación de la portada, donde se representa el escudo de esta institución con la famosa piedra dorada o piedra de Villamayor.
3. El aula de Fray Luis de León
En el interior del edificio histórico de la Universidad de Salamanca, hay diferentes aulas donde se impartió docencia en los primeros años de la institución. Aunque todas son espectaculares y se conservan con el mismo mobiliario que tuvieron en su fundación, destaca una: el aula de Fray Luis de León.
Este espacio es muy importante, puesto que Fray Luis de León fue juzgado por la Inquisición. En ese momento, tuvo que dejar de dar clase y fue llevado a prisión. Tras un tiempo, volvió a su clase como si nada hubiera pasado, pronunciando su ya célebre frase «Como decíamos ayer…». Es, con toda certeza, un lugar donde se puede respirar el más puro ambiente literario y universitario de esta ciudad.
Si aún os habéis quedado con ganas de más, no olvidéis consultar mi post anterior sobre las obras más destacadas de la literatura española que fueron escritas aquí o que están ambientadas en esta ciudad. Descubrir la Salamanca literaria es conocer gran parte de la historia de nuestras letras, por lo que siempre habrá rincones que nos recuerden que estamos en la cuna del conocimiento y que nos inviten a acercarnos más a los mundos ocultos entre las páginas de los libros.
No podía cerrar este blog sin recordaros también que en Salamanca está una de las bibliotecas más impresionantes de nuestro país. Aunque no está abierta al público regularmente, no dudéis en intentar conseguir entradas cuando planeéis vuestra visita a la ciudad. Del mismo modo, no olvidéis seguirme en Instagram y Facebook para no perderos ninguna de las novedades sobre mi segunda novela juvenil, Keswick y el destino de la espada.