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Quienes leemos con frecuencia solemos notar la vista cansada al leer. A veces, esta incómoda sensación nos hace abandonar la lectura o incluso asociarla al dolor. Aunque existen diferentes métodos preventivos para llegar hasta este punto, no todo el mundo los conoce. Por ello, hoy os comparto tres consejos para evitar la vista cansada al leer. ¡Empezamos!

1. Lee en un lugar iluminado

No hablamos de cualquier tipo de iluminación: lo ideal es la luz natural. Puedes diseñar un espacio de lectura cerca de una ventana o en un patio. Si no tienes acceso a luz natural de calidad, también puedes aprovechar el momento de la lectura para ir a un parque o a una cafetería. Por último, si solo tienes tiempo por la noche para los libros, elige una bombilla de luz amarilla mejor que una blanca. De este modo, notarás los síntomas de la vista cansada al leer con menor frecuencia.

2. Elige un buen tamaño de letra

Si eres de los que ya lee en formato digital (en un ordenador o un libro electrónico, por ejemplo), lo mejor es que regules el tamaño de letra para evitar la vista cansada al leer. Al principio puede parecerte que la letra que has elegido es la adecuada. Sin embargo, si pronto notas que las letras se difuminan o que confundes unos caracteres con otros, es indicativo de que debes cambiarla. En esta clase de dispositivos, basta con hacer la letra más grande en la configuración.

En caso de que optes por el papel, te recomiendo evitar las ediciones de bolsillo. Aunque son más económicas, también suelen tener la letra más pequeña, el interlineado es más fino y los márgenes, más estrechos. Al fin y al cabo, el número de páginas es menor.

3. Vigila la distancia de lectura

Uno de los síntomas de que tenemos la vista cansada al leer es acercarnos el libro o el dispositivo digital más de la cuenta. Si notas que haces esto, aunque sea de forma inconsciente, es momento de que revises el punto dos. Lo mejor es que aumentes el tamaño de la letra. Una buena forma de evitar la manía de acercarnos un ejemplar más de la cuenta es apoyarlo en un atril o en un cojín. De este modo, tendremos las manos libres y no tenderemos a forzar la vista.

Ahora que ya conoces tres consejos básicos para evitar la vista cansada al leer, ¿a qué esperas para ponerlos en marcha? Elige tu nuevo ejemplar y anímate a cambiar tus hábitos para disfrutar aún más del placentero momento de la lectura.